El Gobierno de Castilla-La Mancha ha editado un protocolo de obligaciones y recomendaciones para el desarrollo de la actividad cinegética en la Comunidad Autónoma, dirigido a cazadores, organizadores, propietarios y auxiliares de la caza, en el que se incide en la importancia de minimizar los riesgos a la hora de practicarla.

En la actual situación generada por la COVID-19, las diferentes modalidades de caza, de forma general, no están consideradas una actividad de riesgo, si bien las variantes colectivas de caza mayor si pueden derivar en interacciones sociales (celebración de sorteos, desayunos o comidas, juntas de carne…) en las que se hace necesario extremar las medidas de prevención e higiene.

Por ello, desde la Junta de Comunidades se ha editado este protocolo donde se recogen las principales obligaciones y recomendaciones para las actividades de caza menor y mayor, ya sean de manera individual o colectiva.

Así, en el caso de los participantes (cazadores, acompañantes, rehaleros, personal auxiliar…) en cualquier tipo de actividad individual o colectiva de caza menor, a la obligación de llevar mascarilla y respetar la distancia mínima interpersonal de 1,5 metros, se establecen una serie de recomendaciones, relacionadas con medidas de higiene durante el desarrollo de la actividad y, una vez terminada, con la limpieza de los utensilios y vestuario empleados.

Además, en el caso de emplearse animales como medios auxiliares de caza (perros, aves rapaces…) se recomienda ser especialmente escrupuloso al finalizar la actividad en el lavado y desinfección de patas, hocico, pico y cola, así como de los utensilios de manejo (collares, transportines, correas…).

Obligaciones y recomendaciones para los organizadores

En el capítulo de los organizadores, se establece la necesidad de cumplimentar un listado con los datos de contacto de todos los participantes y conservarlo durante al menos dos meses. En el caso de tener que celebrar un sorteo en un local, no superar el 75% del aforo y, en ningún caso, los 50 participantes.

Dentro de las recomendaciones para organizadores se encuentra la necesidad de disponer de un termómetro para poder tomar la temperatura de manera previa a la celebración de la cacería; la entra de EPIs a los auxiliares que participen, intentar preservar la independencia en el transporte de cazadores con batidores u ojeadores, garantizando al máximo las condiciones sanitarias en los desplazamientos a los diferentes puestos.

Actividades colectivas de caza mayor

En el caso de actividades colectivas de caza mayor (monterías, batidas y ganchos) además de las medidas anteriores se establecen otras concretas para cacerías, tanto si son de menos de 25 puestos como superiores.

Entre ellas están la obligación de que exista un acompañante máximo por puesto, la prohibición de hacer comidas en espacios cerrados o evitar cualquier interacción en la junta de carnes con los trabajadores de la sala de despecie y el veterinario, incluyendo la toma de fotografías con los trofeos.

Puedes consultar el protocolo completo pinchando en el siguiente enlace.